1. Sé consistente
Es clave con cualquier tipo de entrenamiento de obediencia. Cada vez que tu cachorro haga algo deseable (incluso si no es durante una sesión de entrenamiento), recompénsalo con elogios entusiastas y un premio ocasional.

Cuando haga algo indeseable como cavar un hoyo en el patio dile un "no" fuerte y firme. Atraparlo en el acto y corregir el comportamiento de inmediato es la mejor manera de mostrarle la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto.

 

2. Redirige el comportamiento inapropiado
Llama la atención de tu cachorro cuando hace algo inapropiado. Puedes usar un "no" fuerte y firme, o intentar usar un sonido grave como "alto".

Cuando te mire, enséñale un comportamiento alternativo aceptable o busca la distracción. Por ejemplo, si lo descubres masticando un zapato, llama su atención y dale un juguete para masticar.

 
3. Elogia el comportamiento correcto
Cuando cambie su atención al juguete para masticar, elogia su comportamiento. Usa una voz optimista y aguda para decir cosas como "¡buen chico!". Recompénsalo con caricias tranquilas o un regalo si te corresponde. Elogiar a tu cachorro por su buen comportamiento refuerza sus buenos modales.

 

4. Usa premios
Es una buena idea comenzar el entrenamiento de tu cachorro con un sabroso manjar como recompensa por su buen comportamiento. Con el tiempo, disminuye la cantidad de premios que usas y aumenta la cantidad de elogios verbales y físicos como recompensa.

 

5. Termina con una nota positiva
Siempre finaliza sus sesiones de entrenamiento con una nota positiva. Si tu cachorro no dominaba el comando "quieto” durante esta sesión, regresa a algo que él sepa, como "sentado". Cuando se siente, dale una recompensa y muchos elogios.